Entérate de los beneficios del Aceite Virgen de Macadamia

El aceite virgen de macadamia es un producto que se obtiene de la nuez del árbol de macadamia. Por siglos ha sido utilizado por las personas en el lugar de donde es autóctona dicha planta, Australia. Sin embargo a lo largo del tiempo su uso se ha extendido a la mayoría de los países debido a su agradable sabor y sus múltiples propiedades.

¿Cómo se Produce el Aceite de Macadamia?

El aceite de macadamia se extrae por medio de un proceso de prensado en frio que se le aplica al fruto del árbol de macadamia, también conocido como nuez de Queensland. Como resultado de esto, se obtiene un producto que guarda y conserva todas las propiedades de la planta. Su color es casi transparente con un ligero tono amarillento, mientras su sabor y consistencia son similares al aceite de oliva, aunque un poco más suave.

El árbol de macadamia llega a tener una altura de unos 10 metros aproximadamente y es originario de Australia, como crece en zonas con climas tropicales se ha adaptado fácilmente a largo y ancho del continente americano, especialmente en centro y sur américa. Sus flores son blancas con tonos rosáceos y de allí crece la nuez de donde se obtiene el aceite. 

¿Cuáles son los Componentes del Aceite de Macadamia?

El aceite de macadamia es conocido por tener dentro de su composición un porcentaje elevado de ácidos grasos mono insaturados, que son muy importantes para el metabolismo de los lípidos. Adicionalmente, tiene ácidos oleicos omega 9 que le proporcionan propiedades anti inflamatorias, y también contiene vitaminas del grupo B, vitamina E, manganeso, calcio, hierro selenio, fosforo y magnesio.

¿Qué Propiedades Tiene el Aceite de Macadamia?

Debido a su agradable sabor, el aceite de macadamia se ha utilizado desde hace mucho tiempo en la elaboración de diferentes platos en la gastronomía, resaltando su uso como un condimento para aderezar ensaladas, salsas, pastas y otras exquisitas preparaciones estilo gourmet.

Sin embargo, por su gran cantidad de ácidos grasos y propiedades nutritivas, su uso no solo se circunscribe al mundo culinario, sino que además se utiliza para tratar y prevenir diferentes afecciones del cuerpo humano.

El aceite de macadamia contiene un elevado porcentaje de ácidos grasos de excelente calidad que contribuyen a disminuir el colesterol de la sangre, y a fortalecer el sistema circulatorio y cardiovascular

Adicionalmente, al ser rico en ácido palmitoleico, se convierte en un potenciador de la velocidad metabólica del organismo, y por ende ayuda a incrementar la síntesis de las grasas, coadyuvando en la disminución del peso corporal. 

Gracias a los ácidos grasos saludables, el aceite de macadamia puede ser utilizado por las personas que tienen problemas con la insulina, ya que al disminuir el colesterol y simultáneamente aumentar el metabolismo del cuerpo, la respuesta del organismo, en aquellas personas con este problema, mejora de forma considerable.

Por otro, el aceite de macadamia tiene propiedades anti inflamatorias, cicatrizantes y dermoprotectoras, por ello es utilizado para el tratamiento de los problemas de la piel.

Es un producto ideal para hidratar la piel seca, la nutre y le devuelve su elasticidad de forma natural, previniendo la aparición de estrías, además de promover la disminución de las arrugas.

Con el aceite de macadamia se preparan diferentes cremas nutritivas, que se utilizan como desmaquillante diario, para hidratar la piel, para realizar masajes relajantes, y en general para tratar la piel maltratada, seca y arrugada.

Además de esto, el aceite de macadamia tiene propiedades ideales para tratar el cabello maltratado, así como el cuero cabelludo, y puede ser utilizado como un hidratante capilar y como un ingrediente activo en la fabricación de champús que favorecen el control de la caspa.

Como podemos observar, las propiedades anti inflamatorias, cicatrizantes, humectantes y antioxidantes en general, convierten al aceite de macadamia en un poderoso aliado para el beneficio de nuestra salud.